Blog de Superviviente: Karina Velázquez
HISTORIA DE SOBREVIVIENTE: Karina Velázquez
Karina es una mujer que generosamente nos comparte una historia de intuición, perseverancia y fuerza. En la que contar con una red de apoyo resultó una pieza clave para enfrentar su diagnóstico.
Hoy nos sentimos muy orgullosas y emocionadas de poder compartir con ustedes esta valiosa historia de supervivencia de nuestra querida Karina Velázquez.
¿Quieres saber más sobre Karina? Sigue leyendo y síguela en Instagram como La chica Schopenhauer (@anirak_vega) , o en Facebook como Karina Vega.
1.) ¿Cómo te describes en un par de renglones?
Deschavetada y loca; me considero una super-viviente; tengo el potencial humano de recuperación, de sumergirme y emerger, de amor y de aventura; soy solitaria; me hace feliz saber a las personas cerca, y soy muy afortunada.
2.) Si fueras un animal, ¿cuál serías y por qué?
Sería una gata: honesta, astuta, elegante, que da y toma el espacio suficiente, que te pide lo necesario, que es curiosa y toma lo que le llama la atención.
3.) ¿Cuándo te diagnosticaron y qué edad tenías? ¿Cómo te sentiste?
El 24 de noviembre de 2016, a los 33 años.
4.) ¿Cómo descubriste que tenías cáncer de mama?
Era una época difícil, estaba lidiando con un diagnóstico de diabetes y me sentía muy desanimada. Un día llegué a casa y mientras me quitaba la mochila sentí mucha comezón en mis senos; normalmente me hubiera rascado. Sin embargo, esa vez intuitivamente me sobé y sentí una bolita. Le pedí a mi pareja que la tocara también. Sentí miedo.
Tenía una revisión médica en quince días. Así que pensé en esperar y no quería volverme a tocar: tuve pánico. A los dos días, por la noche, mientras me bañaba, me toqué sin querer, y entonces supe que debía acudir de inmediato al médico.
Al día siguiente, acudí a mi servicio de salud. Mi doctora no estaba; después supe que tuvo incapacidad porque le habían realizado una doble mastectomía… así la vida.
La doctora que me revisó lo hizo de una manera muy detallada. De pronto, nos miramos y ambas supimos que algo pasaba. Pregunté: “¿es cáncer?”, ella me dijo que ese diagnóstico sólo me lo daría un oncólogo después de los exámenes necesarios. La doctora me dio la solicitud para dichos exámenes y un pase médico. Me advirtió sobre las dificultades que enfrentaría, por mi edad, para la realización de los estudios y para recibir atención.
Efectivamente, los servicios de salud no querían realizarme los estudios por mi edad. No obstante, defendí mi postura y exigí atención. Qué difícil es el acceso a una mastografía antes de los cuarenta, qué fácil es decirte que no eres candidata para los estudios o que no es tan urgente. Sin embargo, no les quedó más remedio que atenderme. Aun así, me dijeron que la biopsia tardaría, por lo que busqué ayuda.
Mi hermana mayor me apoyó, y llegué a una asociación que me canalizó con quien ya es mi gine-oncólogo desde hace más de ocho años. Después de la mastografía, el ultrasonido, y la biopsia recibí el diagnóstico: carcinoma dual infiltrante grado 2 de 3 cm de diámetro mayor.
Fui la primera de mi familia en recibir este diagnóstico. Antes de mí, mi prima hermana tuvo cáncer, pero los médicos dijeron que no era una línea directa. Al año y medio de mi diagnóstico, mi hermana mayor, presentó un carcinoma distinto, pero carcinoma al fin.
5.) ¿Quién fue la primera persona a la que le contaste sobre tu enfermedad?
A mí pareja de ese momento; después a Eunice, mi hermana mayor; a mi amiga Lety, a Perla, y después a Mar, Dulce y Fany, mis hermanas. El día de mi diagnóstico le conté a mis padres. Ésta fue la parte más difícil y la más sanadora, saberme tan acompañada, tan cuidada, tan amada… Mis demás amigas se fueron enterando cuando les llamé para contarles.
Como dijera mi querido Pau Dones: “Por amor, no morí” ¡Qué fortuna!
6.) Cuéntanos algo sobre ti que probablemente la gente no sepa.
Nunca quise que la gente sintiera compasión por mí.
7.) Después de terminar tu tratamiento, ¿a qué buscas dedicarle más tiempo?
A la lista de cosas pendientes que una guarda en su cajón…
Aunque, especialmente, quiero dedicarle más tiempo a reconciliarme con mi cuerpo, y no me refiero a las ausencias como el seno que ya no está, si no a las presencias, a todo lo que “sí está”.
Por lo demás, he aprendido que “nunca voy a ser todas las personas que quiero ser, ni vivir todas las vidas que quiero vivir” (Sylvia Plath). Así que, viviré ésta y seré ésta que soy con todo lo que siento. Es lo que hay y me hace feliz, me da paz. Dejo que la vida me siga sorprendiendo.
8.) ¿Qué consejo le darías a alguien que acaba de ser diagnosticada?
Tus sentimientos son verdaderos, dales cabida, escúchate, hazte caso.
Y a quienes no tienen diagnóstico: Tócate, tócate siempre y no solo toques para buscar algo; tócate por placer, por gusto, porque sí, conócete.
9.) ¿Qué consejo le darías hoy a tu yo de 16 años?
¡Eres suficiente, lo harás genial en el futuro!
@CESPARAMO es la artista de esta reconstrucción revolucionaria y llena de color.
10.) ¿Cuál ha sido el mayor reto al que te has enfrentado?
Mi mayor reto es vivir.
11.) ¿Cuándo te ríes más? ¿Por qué?
Todo el tiempo. Reír es parte de mi cotidianeidad, desde sonreír hasta carcajearme, así deschavetada y ruidosa. La risa para mí es el mayor acto de ternura y libertad.
12.) Si pudieras retroceder el tiempo a un momento en particular, ¿cuál sería y por qué?
Estoy bien con el pasado, pero me hubiese gustado hacer/aprender cosas cuando era más joven.
13.) Si pudieras viajar en el tiempo, ¿a dónde irías y por qué?
Me gustaría viajar a otras épocas. Eso de viajar en el tiempo es lo mío, pero por ahora un viaje en globo y otro en parapente estarían geniales.
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